Una búsqueda de casi tres años ha permitido dar y recuperar en el Presbítero Maestro y El Ángel las tumbas de 9 de los fundadores de Alianza Lima, a puro pulso de los hinchas y a 124 años de la fundación del club.
Escribe: José Vadillo Vila
Para Joaquín
1
Un balón busca el gol entre los vetustos pabellones del
Presbítero Matías Maestro. El gallinazo levanta la mirada displicente. Tiene
las garras sobre un sepulcro y el sol latiga su nuca cóncava. El gringo nos
calcina sin sudarios. Y desde el tren de la Línea 1 de Lima los vivos otean la
hoz de la muerte a vuelo del pájaro y chequeando el Tik Tok en su celular.
La tribuna imperecedera la componen las almas de poetas,
políticos, militares, empresarios y ciudadanos de un Perú que heredamos. El
esférico de trapo busca a los fundadores del equipo del pueblo, el Alianza
Lima. Como en 1901, cuando en la calle Cotabambas (que va del Parque
Universitario a la avenida Grau), en el Centro de Lima, nacía el club de
football Sport Alianza, a iniciativa de la muchachada del barrio, e inspirados
en el nombre del stud aledaño, propiedad del presidente Augusto B. Leguía y de su
socio, H. M. Beausire. El resto es historia que la hinchada goza y sufre, en
las buenas y las malas, con el corazón grone en la garganta.
***
Un epitafio como denominador común cincela estas cárcavas:
“Aquí yace un fundador de ‘Alianza Lima’, el equipo del pueblo”. A todos
salvaguardan una jardinera y dos floreros con el escudo blanquiazul y flores
azules y blancas de plástico, material que se usa, en prevención contra el
dengue de cada estío.
Ahora parecen nichos recién estrenados. En el primer
camposanto del país reluce el del quinto piso del pabellón Santa Ana. Pertenece
a don Carlos, uno de los tres hermanos Pedreschi. El Libro de oro de Alianza
Lima (2001) cuenta la importancia que tuvo esta familia italiana, también los
Chacaltana, los Carvallo, los Carreño, los Rivero y otros, en los primeros
pasos de la oncena que luego cambiaría de nombre por Alianza Lima y sería el
club más popular del Perú.
Avanzamos por la avenida larga donde se ubica el cenotafio
de Ramón Castillo. Enrumbamos al noreste. En otro pabellón, más olvidado que el
anterior, con jardines marchitos, duermen juntos los hermanos Guillermo y Julio
Rivero Gatten, primer ídolo blanquiazul y fundador, respectivamente. En la
tumba del segundo se puede leer “Caja mutual de antiguos jugadores de
football”.
También en un quinto nivel (pabellón San Sebastián)
visitamos el nicho de don Ismael Carvallo Gonzales, el primer arquero del Sport
Alianza. El tiempo casi se había encargado de borrar su nombre. Ahora lo
protege un vidrio y tiene el escudo blanquiazul por triplicado, en la lápida y
en los floreros.
***
El origen del club íntimo se relaciona con los potreros del
stud Alianza, en la misma calle de Cotabambas. Ahí, el presidente del Perú que
amaba las carreras de solípedos, autorizaba para que los chicos del Sport
Alianza practiquen con la pelota de trapo. Y en el Presbítero yace bajo una
cruz de granito la tumba de don Bernardino. De los pabellones del primer
camposanto de Lima, el San Joaquín es el más famoso por ser “el pabellón de los
suicidas”. Uno de sus huéspedes es el menor de los hermanos Pedreschi: Adolfo,
quien abraza la eternidad junto a los restos de su esposa, Adelina.
2 Al otro lado de la 17 del jirón Áncash, el cementerio El
Ángel también salvaguarda restos de otros fundadores. Como se trata de un
camposanto más reciente, del siglo XX, la historia del Alianza Lima es más
abundante: yacen quienes partieron en vuelo sin retorno del avión Fokker
(1987), los tetracampeones (1931, 1932, 1933 y 1934), e ídolos blanquiazules de
diversas décadas.
La tumba de don Julio Chacaltana Chacón está cerca de la
entrada principal. Las termitas del olvido querían borrarlo de la historia,
pero hoy el granito bruno ha recuperado su color original, la Virgen María que
lo acompaña destaca y, en una esquina, un detalle nuevo: el escudo blanquiazul.
Desde la avenida principal se pueden distinguir los
gladiolos azules y blancos que distinguen en el pabellón Santa Atenea la tumba
de otro fundador del equipo de los potrillos, don José Carreño Chumbes. Minutos
más allá de caminata, por el intrincado universo de pabellones, el nicho de don
Francisco Cárdenas Villajuan. Al recuerdo que le hicieron su esposa e hijos a
don Eduardo Pedreschi (en el fila “E” del pabellón Santa Genara) hoy se suma el
escudo aliancista. Y en Santa Grimanesa, don Manuel Carvallo Gonzales luce
flores y jardinera con los colores del club del cual habló hasta el día de su
muerte, en 1981.
3
“Cuando muera, quiero ver a mi viejo y a Alejandro
Villanueva”, dice el periodista Marco Paredes Castro. Se santigua en cada tumba
que visitamos. Saluda a los panteoneros con familiaridad. Habla con ellos
preocupado, como si preguntara sobre tumbas de familiares muy queridos, la
gente no respeta y se roba hasta las flores de plástico. En el 2019, Paredes
fundó la Asociación Cultural Alejandro Villanueva. Hace un quinquenio su
primera labor fue hacer el mantenimiento y preservar la Quinta Chacaltana, en
la calle Cotabambas, donde se inició esta historia deportiva. Y desde el 2023
se ha dedicado a recorrer el Presbítero Matías Maestro, El Ángel y otras
necrópolis, buscando las tumbas de hombres que fundaron el club de sus amores.
Fue una labor de hormiga que Marco ha hecho sin el apoyo del club. Ha
consultado a fuentes muy informadas del aliancismo como Armando Leveau.
Pero para dar con el lugar exacto donde yace un difunto en
El Ángel se necesitan los nombres completos y la fecha exacta del
fallecimiento. Marco carecía de esos datos. Fue un octogenario de Cotabambas
quien, por ejemplo, recordaba más o menos dónde estaba la tumba de don Julio
Chacaltana.
Y durante dos años y medio, Paredes dedicó todos los sábados
y domingos, de 9 de la mañana a 1 de la tarde, a buscar pabellón por pabellón,
nicho por nicho, tumba por tumba. Caminaba hasta que le dolían las piernas. “La
asociación la integramos 36 personas. La ventaja es que soy divorciado y no
tengo carga familiar, y yo he hecho la búsqueda en nombre de mis hermanos de la
asociación”.
En el Presbítero, descartaba los pabellones anteriores a
1900. Gracias a esa labor detectivesca dio con dónde descansan 9 de los 22
fundadores del club íntimo. El año pasado hizo un alto para dedicarse a buscar
las tumbas de los tetracampeones, ya que el 18 de noviembre del 2024 se
celebraron los 90 años de esa gloria. Y dio con las 19 tumbas.
***
La búsqueda ha sido agotadora. Recordemos que solo el
Presbítero alberga 220,000 nichos y que El Ángel triplica el número.
“Nosotros somos hinchas que buscamos revalorar la historia
de Alianza Lima de manera cultural y respetando a aquellos que nos hicieron
grandes”, dice Marco.
El primer paso fue dar con los nichos. La mayoría estaban
muy descuidados. El siguiente paso fue restaurarlos. Cuando los vidrios de los
nichos estaban rotos, se cambiaban; y se mandaba poner un sobremarco. Si la
lápida llevaba un arte original, se recuperaba, se ponían los dos floreros (con
los escudos y los colores del club), la jardinera y el epitafio a los
fundadores del aliancismo. Dándoles una morada “decente” y reconocimiento.
“Es entendible tener una lápida olvidada si toda la familia
ya murió, pero un club que celebra su aniversario, que sigue adelante, no puede
olvidar justamente a quienes lo fundaron”, dice. Al ver la seriedad de su
trabajo, por las redes sociales se sumaron hinchas aportando lo que podían, en
forma grupal o de manera individual, para apoyar en la recuperación de las
tumbas.
“Tenemos que seguir buscando”, dice Paredes, hincha desde
niño del Alianza Lima y que de joven tuvo su etapa de barrista, en el famoso
(por combativo) Cártel de San Borja. Con los años, conoció a la hija de
Alejandro "Manguera" Villanueva, doña Luzmila, y ahí se volvió
“alejandrino a morir”. Fue ideando la idea de la asociación y la primera acción
fue cuidar a la hija del ídolo. “Predicamos el aliancismo sin violencia. Esa es
la visión que tenemos como asociación cultural”. Calcula que solo ha mapeado el
30% de El Ángel. La tarea es titánica y este año lanzará una convocatoria para
un voluntariado. Buscará a otros aliancistas de corazón para que se sumen a la
investigación exhaustiva por los pabellones de las dos necrópolis históricas
limeñas y así dar con todas las tumbas de los fundadores. Recuerda que el
Colo-Colo de Chile tiene un mausoleo en Santiago donde yacen sus fundadores.
Sería lo ideal. Lo básico, que los directivos del Alianza Lima colaboren en
forma mensual a mantener limpios los nichos que ya recuperaron los grones de
corazón. El balón va a su cancha.
Datos:
Hoy, a las 10:00 horas, es la romería blanquiazul. Se inicia en la puerta n.° 3 del Presbítero Matías Maestro (Cripta de los Héroes).
Sport Alianza se fundó el 15 de febrero de 1901 en la esquina de la calle Cotabambas y la alameda Grau (actual avenida Grau), en el número 334, en la casa de José Carreño, el primer presidente del club.
A partir de 1925 deja definitivamente el Sport Alianza Lima para llamarse a secas, Alianza Lima.
La asociación ha dado también con las tumbas de los
tetracampeones.
Cifras:
350 soles en promedio ha costado poner cada tumba en valor.
124 años cumple Alianza Lima este 15 de febrero.
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