Ir al contenido principal

José Vadillo Vila retorna a la ficción con nuevo libro de cuentos



  • El largo aliento de las historias apócrifas reúne seis cuentos donde despliega mundos espectrales, narrados con un lenguaje lúdico y ágil.

  • Crítico Jorge Valenzuela resalta que la obra propone una nueva forma de contar historias y Ricardo Sumalavia destaca el fino equilibrio de la prosa del autor.


Luego de transitar por el periodismo narrativo en Apus musicales. Héroes de la canción andina Vol. 1 (2018), el escritor y periodista José Vadillo Vila vuelve a la escena literaria con El largo aliento de las historias apócrifas (Lima, Artífice Comunicadores, 2022). Las seis historias de su nuevo libro de cuentos —género al que vuelve después de 9 años— transitan entre la literatura realista y lo fantástico. 


Con un lenguaje coloquial, Vadillo Vila presenta historias entre las cuales dos peces conversan en un Chernóbil posnuclear; el barrio de un poeta es destruido para modernizar una ciudad que quiere olvidarse de su pasado en guerra; un hijo recuerda la distante relación con su padre fallecido y un amante de la literatura acosa a un novelista que se creía muerto, entre otras. 


“El título del libro se relaciona con la persistencia que han tenido estas historias para poder llegar al punto final y ver la luz en forma de libro. Fue un paciente trabajo de escritura, que tomó varios años, en los entretiempos que me deja el diarismo”, cuenta el autor.




Opiniones sobre el libro

El largo aliento de las historias apócrifas se caracteriza por apoyarse en estructuras fragmentarias, narraciones no lineales y párrafos breves, entre otros recursos literarios. 


Al respecto, el escritor y miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua, Jorge Valenzuela, resalta la elasticidad de la prosa del autor y la nueva narrativa con textos de gran técnica. 


Por su parte, el novelista, diplomático y exministro de Cultura, Alejandro Neyra, afirma que los cuentos, escritos con “algo de tierno y mucho de sobrecogedor”, ofrecen “una forma de entender que este mundo en que vivimos probablemente no sea más que un laberinto del que solo saldremos gracias a la ficción literaria”. 


En tanto, Ricardo Sumalavia, escritor, académico y director del Centro de Estudios Orientales de la PUCP, valora el fino equilibrio de la prosa que construye atmósferas y personajes espectrales y atractivos. 


Sobre el autor

José Vadillo Vila es periodista, escritor y cantautor. Ha publicado los libros de cuentos Historias a babor (2003) y Hábitos insanos (2013) y el libro de perfiles Apus musicales. Héroes de la canción andina peruana. Vol. 1 (2018). 


Sus relatos y crónicas aparecen en diversas antologías como 21. Relatos sobre la independencia del Perú, ¡Arriba las manos! Muestra del relato policial en el Perú y Generación B. Jóvenes de la esperanza


Ha grabado los discos Elemental (2001) y Primera parada (2016) y presenta canciones en su canal de Youtube. 


Este 2022, además de lanzar El largo aliento de las historias apócrifas, obtuvo el premio Periodismo que Llega Sin Violencia, en la categoría prensa, de la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria.


¿Dónde comprar?

El largo aliento de las historias apócrifas se encuentra disponible en las librerías El Virrey, Communitas, Sur, Lancom, Babel, Casa Tomada y Ciudad Librera, así como en Buscalibre Perú (https://bit.ly/3PVZdPe) y la tienda virtual de Artífice Comunicadores (https://bit.ly/3PTLI2D). 


Asimismo, el libro ya cuenta con una versión electrónica, disponible en Amazon (https://amzn.to/3GntenU).


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Tiempo de jarana

En la cuadra tres de Pizarro, en el Rímac, la música peruana se dio cita cada domingo para afinar la peruanidad. Texto y fotos: José Vadillo Vila  En esta casa no hay crucifijos. Aquí la fe está depositada en el hombre. Hace 18 años que en el pilar de la puerta un búho de marfil ha hecho su nido. Sugiere que en este hogar rimense de la cuadra tres de la avenida Pizarro se refugian la inteligencia, la creatividad y la camaradería, dándoles cornadas al verso fácil y  la melodía estéril. Como un santo patrón agnóstico, lapicero en mano, Manuel Acosta Ojeda (1930-2015) sonríe desde su eterna humanidad de polvo de estrellas y desde el lienzo pasa lista a cada uno de los que llegan. Guitarristas, cantores, poetas, intelectuales, caricaturistas, cineastas, público de buena oreja, amén de algún periodista. El retrato del compositor de “Cariño” está honrado con dos floreros de mulitas de pisco y reposa sobre un piano de media cola, en afinada armonía. Así da la bienvenida a “Saycopón”, como el

21. Relatos sobre la Independencia del Perú

El libro  21 Relatos sobre la Independencia del Perú  convocó a 21 escritores nacionales que abordan el proceso de la independencia. Se trata de un proyecto editorial de Petroperú en el que participo gracias a la invitación del editor José Donayre Hoefken. Participo con “Pensar como el enemigo”, un cuento inspirado en los trece meses que duró el sitio del general Salom a la fortaleza del Real Felipe del Callao, donde permanecieron el general español Rodil y sus tropas. Otros escritores convocados al proyecto de Donayre son Fernando Iwasaki, José Güich, Fabrizio Tealdo, Alejandro Neyra, Pedro Novoa y otros. Se presenta el viernes 26 de julio, a las 7 p.m., en la Sala Abraham Valdelomar de la Feria Internacional del Libro de Lima. Ingreso libre.

El Niño más majadero fue el de 1983 (crónica)

  Durante la primera mitad de 1983 se dio el Fenómeno El Niño más devastador que conoció el Perú en el siglo XX. Escribe: José Vadillo Vila  Fue El Niño más malcriado. El más terrible. El más letal. El de las lluvias de verano más fuertes en el norte del país.  Las precipitaciones pluviales empezaron a fines de noviembre de 1982 y, a mediados de febrero de 1983, las autoridades informaban que el Fenómeno El Niño (FEN) se había ensañado con Piura y Tumbes: ambos departamentos soportaron tres ‘diluvios’ consecutivos en cuestión de semanas. Las primeras lluvias recias cayeron sobre Piura los días 28 y 29 de enero de calendario. Al mes siguiente, se tuvo que expropiar rápidamente las viviendas de las cuatro primeras cuadras de la calle Lima, en la capital piurana, para construir con urgencia una defensa ribereña que debía soportar una anunciada creciente de dos millones 500,000 litros por segundo que recibiría los siguientes días el río Piura. Era mejor sacrificar una parte de la urbe que